domingo, 21 de agosto de 2011

Día 13: Patience

Me he decidido a actualizar por fin. Bueno, digamos que puede que el aburrimiento haya decidido por mí. Sí, aburrimiento y amargura. Parece mentira que me esté sucediendo esto, pero bueno, espero que se solucione pronto. De todas formas, éste no es lugar para hablar de estas cosas.
Me he enamorado completamente de Nueva York, qué típico jajajajajaja. Sabía que pasaría, llevaba queriendo ir desde que tengo memoria. Todo el mundo debería tener la oportunidad de ir con gente tan maravillosa, y disfrutar la ciudad que nunca duerme. En realidad, los que no dormimos fuimos nosotros, con tanto revuelo. 
Nunca he sido muy ordenada. Tal vez porque lo ordenado no es muy original, pero más probablemente por vagancia. No voy a contar paso por paso lo que ha pasado en estas dos locas semanas, porque no me apetece, porque sería aburrido, y porque no hay mucho que contar. 
Decir que dormí menos de dos horas el día antes de partir hacia las Américas, porque adoro y adoraré siempre la fiesta, salir, estar con mis amigas, y no iba a desaprovechar un lunes del monte durmiendo. Volví a las 3 a casa, pero no podía dejar Europa sin leer el maravilloso Bloc de recuerdos que mis amigas me hicieron, en el sitio que más me gusta de mi casa. 
Medio a oscuras, con vistas a Portugal, me despedía finalmente de mi casa, de mis amigas, de mi sofá de pensar, de esas escaleras en las que todo sonido retumba, de las fiestas de todos los sábados, del levantarse a las 12 para ver mujeres y hombres, del desayunar a la 1, del quedar a las 4 y media y llegar a las 6, del agregar tó y 6969 a cualquier palabra, del violar la ley, de las fotos chonis y de mi pisci, y me metí en mi cama por última vez en el año.
No hace falta describir la cara de topo que llevaba el martes en el aeropuerto de Vigo, sin ser consciente todavía de que me marchaba, desayunando mientras buscaba impaciente a mis compis de beca. Después de un loco día de aeropuertos, interrogatorios sosos que nada tenían que ver con terrorismo y bombas, llegamos finalmente a Nueva York, después de media hora chillando con mi compi Uxía hasta que aterrizó por fin el avión. Cuando nuestro bus pasó por un iluminado Manhattan nocturno, llegué a pensar que me desmayaría. Mala suerte tener que ir hasta Nueva Jersey, donde estaba nuestro hotel, que como yo diría, estaba muy deputamadre696969.
Al día siguiente nos esperaba una (lo siento ciee) aburridísima mañana de orientación, que venía siendo lo mismo que nos habían dicho en La Coruña, pero en inglés. Pero dudo mucho que a los que esteis leyendo esto os interesen las fases del shock cultural, lo que significa withdrawal, o la descojonante cara del ficticio host father que vió a su exchange student en albornoz. Lo único malo de la maravillosa tarde del miércoles fue la falta de horas para ver la ciudad. Desde el barco pudimos ver todo Manhattan, subimos al Empire State y luego cenamos en el Planet Hollywood en Times Square en la zona VIP, porque molamos JAJAJAJAJA. Definiría Times Square con un OHDIOSMÍO.
La noche del miércoles estuvo muy bien, ahora ya puedo decir que casi me echan de un hotel por escándalo. A mí y a todos mis friends de la beca y nuestro colegui mejicano Julián, gritando y con estrellita de madrugada a todo volumen en la zona wi-fi. Parece que a los chinos no les gusta Daddy Yankee, ya que un chino en pijama bajó a quejarse, mientras nos reíamos de sus pintas de poseído. 
También hubo tiempo para interrumpir a mis queridísimos friends Laura y Alex, encerrados en una habitación, con una frase que pasará a la historia. Resumiendo, grandísimo viaje.
Prefiero no contar los días que transcurrieron en esta casa hasta que empezó el high school. Por suerte, el primer sábado, el primo de la coordinadora local, que tiene mi edad, me llevó a un partido de fútbol de mi instituto, A.C. Flora, donde conocí a Harriet, mi salvación aquí, un sol de niña. Mala suerte no coincidir en ninguna clase, pero el lunes me presentó a sus amigos, con los que ahora como.
Me gustan bastante mis clases, y los profesores también. Mi profesora de español me está ayudando realmente a encontrar un sitio mejor aquí, pero he de tener paciencia y ser fuerte.
Ya voy conociendo a gente, y el viernes, después de ir a cenar a D's wings con mi amiga Harriet, fui ala partido de football, con todo mi insituto loco gritando en las gradas. Flora lo peta, ganamos 53-14. No entiendo de fútbol americano, solo sé que es descojonante y que te lo pasas muy bien en los partidos. Ayer fui de compras con una chica mejicana de mi clase de español, que alivio poder hablar español por una tarde, y por supuesto, salir de esta casa.
La morriña me invade, cosa que odio, ya que me dice que algo va mal. No es normal en mí echar de menos nada. Esté a la distancia que esté de mi casa, me vaya dos días o 14 meses. 
Qué larguísima entrada, madre de dios, me sorprendo a mí misma. Os dejo con unas fotitos de Nueva York y me despido por un tiempecillo. Espero que la vagancia me deje actualizar pronto. Ahora me voy a estudiar mi carilla y media para el "examen" de Biology.
Besituuuus!







P.D: Odio que en estas tierras tengas que explicar durante media hora quién es David Guetta. Incultos. JAJAJAJAJAJAJAJA